En la mayoría de las 148 poblaciones de Papaver rhoeas L. analizadas, se detectó resistencia frente a los herbicidas tribenurón-metil y 2.4-D. Las poblaciones fueron recogidas en una prospección de campo semidirigida en el Nordeste de España. La situación más frecuente fue la de poblaciones ligeramente resistentes a 2.4-D y con una proporción elevada de plantas resistentes a tribenurón-metil.
Se desarrolló un método rápido de detección a la resistencia para cada herbicida basado en semillas, los cuales fueron considerados válidos después de que los resultados fueron comprobados con ensayos de invernadero y de campo. Para el caso de tribenurón-metil, el test permitió cuantificar la frecuencia de plantas resistentes, mientras que para el caso del 2.4-D el grado de resistencia fue expresado con un ratio calculado a partir de la longitud del hipocotilo. La resistencia frente a tribenurón-metil parece estar causada por una mutación mientras que la resistencia frente a 2.4-D está probablemente basada en un cambio metabólico de las plantas resistentes.
En la zona de estudio, P. rhoeas germinó principalmente en otoño y principios de invierno, mayoritariamente entre octubre y diciembre, aunque fue detectada desde septiembre hasta abril, dependiendo de la localidad y del año. No se encontraron diferencias en los hábitos de germinación entre poblaciones sensibles o resistentes a los herbicidas. En función de las condiciones climáticas la germinación fue de 12% hasta 70% después del primer otoño e invierno para las semillas recogidas en el verano anterior. Semillas que no germinaron tras el primer invierno probablemente entraron en un estadio de dormición secundaria. El laboreo del suelo estimuló claramente la emergencia de P. rhoeas y puede ser una técnica apropiada en campo para favorecer la germinación.
Se detectó una mortalidad natural de P. rhoeas en la mayoría de los años y en la mayoría de ensayos. A pesar de ello, a menudo densidades iniciales de las poblaciones en campo alcanzaban todavía 300 plantas/m² al final del ciclo de cultivo.
El uso de un arado de vertedera previo a la siembra del cereal fue un método efectivo para colocar las semillas de P. rhoeas en una posición no favorable para a germinar. Se observó una reducción media de 40% en la emergencia. Independientemente de sí la población de P. rhoeas fue sensible o resistente, entre un 63% y 99% de las semillas fueron todavía viables tras 31 meses de enterrada en el suelo en 20 cm de profundidad. Por ello, el uso del arado de vertedera se debería restringir a un uso ocasional ya que las semillas devueltas a capas superficiales del suelo estarán capacitadas para germinar si ha transcurrido poco tiempo después de su enterramiento.
El uso de la grada de púas flexibles puede ser un método efectivo para el control de P. rhoeas resistente a los herbicidas pero requiere una observación detallada del tamaño de la hierba y del cultivo. El efecto del uso de la grada en pre-emergencia fue muy pequeño o inapreciable. En post-emergencia la grada fue más eficaz sobre plantas pequeñas de P. rhoeas, ya que esta especie desarrolla una raíz pivotante muy fuerte. En años secos, la eficacia fue mayor, ya que las plantas dañadas no pudieron recuperarse. En condiciones de humedad más idóneas, las plantas de P. rhoeas a menudo se recuperaron después del tratamiento así que la eficacia inicial disminuyó con el tiempo. En pocas ocasiones el uso de la grada estimuló la germinación de nuevas plantas. El control de P. rhoeas fue insuficiente en algunos campos pero se observó una disminución de la densidad en todos los casos.
El control químico de P. rhoeas resistente a tribenurón-metil y a 2.4-D es posible con herbicidas pertenecientes a grupos distintos de la clasificación propuesta por el Comité de Acción de Resistencia a los Herbicidas (HRAC). En pre-emergencia, pendimetalina, trifluralina + linurón y trifluralina + clortolurón fueron los herbicidas más efectivos y de acción más r