La República Argentina es bien conocida en el exterior como un país con gran potencial en su producción agropecuaria. Este concepto se sustenta en la gran aptitud productiva de los suelos y los climas templados con adecuado suministro de lluvias que caracterizan el pastizal pampeano, cultivado luego de la colonización. Si bien otras regiones del país exhiben modelos de producción intensivos y extensivos, como es el caso de cultivos perennes de Caña de Azúcar y Citrus en el Noroeste (Salta, Tucumán y Jujuy), Té y Yerba Mate en el Noreste (Corrientes y Misiones), Vid, Frutales y Olivares en las regiones áridas del Oeste (La Rioja, San Juan y Mendoza), entre otros, nos referiremos a la región de la pampa ondulada, por concentrar una porción muy significativa del producto bruto agropecuario (Bolsa de Cereales, 1999). La superficie cultivada supera los 20 millones de hectáreas y la producción total del país, los 60 millones de toneladas. La producción ha registrado un claro incremento basado en la incorporación de nuevos cultivares, fertilización, riego y excelente control de plagas, enfermedades y malezas. Si analizamos el grado de utilización de herbicidas, los cultivos extensivos de la planicie pampeana (Soja,Girasol, Maíz y Trigo) exhiben un claro predominio.
