En un ensayo de campo en Lugo (NO España) se probó la eficiencia del acolchado con corteza de pino en el control de la emergencia de vegetación, comparando tres tamaños de corteza (fina, media y gruesa) y dos espesores de acolchado (7 y 10 cm). El tamaño de la corteza no resultó significativo. El espesor de 10 cm se mostró más eficaz que el de 7 cm. La reducción media de la población de malas hierbas fue del 98,5 %.